En el concesionario Seat

Una vez decididos con la compra nos fuimos al concesionario Seat y le comentamos la oferta que ponía en internet sobre esta edición especial.
Es curioso que, si queríamos comprar un Seat Mii acabado style directamente en el concesionario, salía casi por 10.000 euros, con lo que al final gracias al buen rollito del vendedor y tal, nos lo apañó él a mano y así se formalizó la compra.

Tuvimos que pedir uno a fábrica. Al final resulta que el Seat Mii no lo fabrican en España, sino que lo ensamblan en la fábrica que tiene Volkswagen en Bratislava, así que ya hemos creado unos puestos de trabajo para los checos...

Aquí han hecho el Mii

 Formalizamos los papeles, y a esperar....

Y tuvimos que esperar bastante, porque entre que se hacían los pedidos, venían los trenes, la crisis, y tal y cual, casi dos meses, pero bueno, mereció la pena.

Es una pena que todas las cosas nuestras se las vayan quedando los alemanes para luego ir repartiendo los despojos por antiguos países del este, China y hasta la India.
O espabilamos, o al final nos vamos a hundir en la miseria.

Un par de checos montando los Seat

 Por fin, después de haber estado atravesando media Europa, llegó nuestro Seat Mii al concesionario y fuimos a verlo, con la ilusión que se tiene siempre al recoger un coche nuevo sea cual sea.

Porque luego con el paso del tiempo es verdad que se le acaba cogiendo un cariño especial por los muchos momentos que se comparten.


Aquí estaba por fin aparcado en la nave del concesionario, todavía con las pegatinas blancas sobre el capó, justo antes de que lo prepararan para entregárnoslo y matricularlo.

La matriculación fue muy rápida, casi instantanea en el mismo día.
Le enchufaron a la máquina para hacer las comprobaciones finales y salimos con él a la calle como propietarios del pequeño Seat.


 A la gasolinera inmediatamente porque estaba el pobre seco...




 

No hay comentarios:

Publicar un comentario